Editorial Anáfora Opiniones

 

 

Editorial Anáfora

España.

 

  Los que administran esta supuesta editorial usan tretas muy semejantes a las que usan otras editoriales de escasa importancia: fingen un interés de recepción de manuscritos. Pero, en realidad, su interés es vender a los desesperados «sus servicios de auto edición»; lo cual podrías verificar si envías tu manuscrito, pues, pocos días después, recibirás su respuesta automática en la que, primeramente, adularán tu obra y, a continuación, te dirán que, como selectivos, no pueden publicarla, a menos que sea por medio de «auto edición»; para lo cual pretextan esto: «lamentamos comunicarle que en estos momentos podríamos ofrecerle para la publicación de su manuscrito una opción de auto edición».

Una gavilla de «detractores» (pienso probablemente que mandados por la supuesta editorial Anáfora) me ha escrito (¡Qué coincidencia!  ¿No? Todos lo hicieron a un tiempo) para hacer menosprecio de esta mi reseña y de mi trabajo, y para intimidarme. A ellos respondo que las reseñas escritas acá no son caprichosas, sino muy fundadas (usamos correos por modo de señuelos), y que sus amenazas no me intimidan. ¡Oh, y cuánto les molesta que yo me atreva a decirles la verdad! 

Uno de ellos, un tal Ant... Carmona, que no tiene sino una reseña en Amazon (quizá escrita por su nieta o su bisnieta, según las cinco estrellitas que la adornan), me mostró su ridículo engreimiento diciendo que es catedrático e historiador. ¿Pretendió deslumbrarme con sus títulos? ¡Viejo ridículo! ¿Está chocheando? Vive alucinado pensando que ha alcanzado algún renombre. En realidad, no lo conocen sino sus comarcanos y, si mucho, venderá anualmente 5 ejemplares de sus librejos. 

El otro, un tal Alcaide, imputándome de cobarde, insinúa que la editorial (la de tres pelos que él, como lameculos, defiende servilmente) ha rechazado alguno de mis manuscritos. ¿Quién se cree ser ese mamarracho? Se jacta de tener «pubicado» un librejo que apenas algunos miembros de su familia habrá leído; prueba de lo cual es que en Amazon, donde lo ofrece, no hay sino una reseña, quizás escrita por una de sus vecinas (aficionada de los flautistas) o su esposa.

A ellos respondo que tengo muy alto mi dignidad, y que son ellos los que hacen el ridículo, pues el hecho de que tengan «publicados» unos librejos en Málaga y Ceuta no los hace autorizados, sino desautorizados, pues, con solo buscar sus nombres en «Internet», advierto que no los conocen sino su familia y sus paisanos. Si tienen ejemplares impresos, estos no habrán salido de Málaga ni de Ceuta, pues los pocos que venden son digitales. Ya deseara yo tener en mis manos una de sus «obritas» para señalarles la muchedumbre de errores, galicismos y pleonasmos que han de abundar en sus páginas.

 

 ATENCIÓN


Estas reseñas están destinadas a contrarrestar el daño que, más por omisión que por acción, ciertos cretinos hacen al idioma castellano, el cual ha declinado tanto de su esplendor original que parece ahora una grotesca maraña de galicismos y anglicismos.

Un mal editor es como un mal traductor: la insuficiencia del uno y del otro, sus negligencias, sus desaliños, sus incurias, todo redunda en daño de los idiomas: infortunio que es tanto mayor cuanto el título de editor es falso o no corresponde con la calidad de sus conocimientos.

Cuando busques reseñas sobre editoriales, no te dejes deslumbrar por las alabanzas que tales cretinos ponen en sus páginas «Web» y en «Google Maps», ya que la mayoría han sido escritas por incautos y por simplones que confunden formulismo con profesionalidad, e hipócrita amabilidad con suficiencia. Las «editoriales sospechosas» obligan a tales incautos y simplones a que «se deshagan» en semejantes alabanzas, como una condición para «editar» sus manuscritos.

Si buscas una «editorial real», conviene que sepas que una «editorial real» no exige a los autores tales condiciones, ni pide dinero por «servicios editoriales», ni les obliga a que vendan cierta cantidad mínima de ejemplares a familiares y amigos, ni los enreda en «crowdfunding» ni en preventas.

Si quieres cooperar denunciando las prácticas deshonestas de las «editoriales fantasmas», hazlo sin temor de las represalias, pues no revelaremos tu nombre ni tu apellido. El correo de nuestra organización es: avendrago@gmail.com.  

Si quieres hacernos una donación, ¿por qué no? Después de todo, nos ocupamos en la investigación la mayor parte de nuestro tiempo; lo cual merece compensación y estímulo. Para donaciones, puedes enviarlas a nuestros colaboradores que están en varios países, con cuentas de Paypal y Neteller. También puedes hacer donaciones por WESTERN UNION: Claudia A. Antonelli C. California USA

Si quieres que Claudia A. A. C., la directora de AVENDRAGO, traduzca al inglés una de tus obras (por solamente 600 euros y a plazos): literarica@gmail.com

Si quieres que Claudia te diseñe una magnífica portada para tu manuscrito (diseños originales con garantía de satisfacción): literarica@gmail.com



Si quieres que Claudia corrija tu manuscrito (con garantía de doble lectura y con pagos a plazos): literarica@gmail.com o TARIFAS de corrección.

TRADUCCIÓN AL INGLÉS

Si tienes dudas acerca de un contrato o una propuesta editorial que te ha enviado una supuesta editorial, puedes consultarlas con Claudia: CONTRATO EDITORIAL.

Si quieres hacer un comentario, conviene que sepas que este lugar no está para controversias y que, consecuentemente, tu comentario no será aprobado, a menos que este confirme lo que queda escrito en los artículos.

AVENDRAGO

 

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